Cuando los niños alinean sus juguetes
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Lucia
El comportamiento de los niños al jugar puede ofrecer señales valiosas sobre su desarrollo. Un hábito común, sobre todo en la etapa preescolar, es el de hablar solos mientras juegan o alinear sus juguetes y objetos.
Este último, que suele llamar la atención de los adultos, es generalmente una fase normal en el aprendizaje infantil, aunque bajo ciertas condiciones podría ser indicativo de otras características del desarrollo, dice Bebés y Más.
El acto de alinear juguetes suele aparecer entre los dos y tres años y, según el psicólogo Jerome Bruner, responde a una necesidad de los niños de identificar, clasificar y ordenar los objetos. Este comportamiento les ayuda a discriminar entre elementos y a tomar decisiones sobre cómo agruparlos, ya sea por color, tamaño o simplemente por una preferencia personal. A veces, los niños incluso crean historias internas que justifican para ellos el orden en que colocan sus juguetes, lo que fomenta el juego simbólico, fundamental en el desarrollo de sus habilidades cognitivas.
No obstante, existe la creencia de que alinear objetos podría ser un síntoma de autismo. Según el DSM-5, uno de los síntomas del Trastorno del Espectro Autista (TEA) es la tendencia a patrones restrictivos y repetitivos de comportamiento, lo cual podría manifestarse en el juego mediante la alineación de objetos de forma rígida y repetitiva. Sin embargo, los expertos señalan que la alineación de juguetes, por sí sola, no debe ser considerada un indicador de autismo.
La diferencia entre un comportamiento propio de una etapa de desarrollo y un posible síntoma de TEA radica en otros factores. En el caso de los niños con autismo, además de la alineación de objetos, suele observarse una falta de flexibilidad en el juego y ausencia de juego simbólico.
Estos niños tienden a obsesionarse con el acto de alinear sin capacidad de variación o de usar los objetos en otro contexto, a diferencia de los niños sin TEA, que pueden cambiar de actividad y emplear los mismos objetos en otros juegos.
Cuando este tipo de comportamiento se acompaña de otros signos, como dificultades en la comunicación y en la interacción social, es aconsejable consultar a un profesional para una evaluación. El juego en la infancia es una herramienta de aprendizaje clave, y la observación de estos patrones puede ayudar a entender mejor el proceso de desarrollo de cada niño.
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