
¿Cuándo hace demasiado calor para que los niños jueguen fuera de casa?
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Con temperaturas que superan los 35°C en varias regiones, muchos padres se preguntan si es seguro que sus hijos jueguen al aire libre durante estos días de intenso calor. El verano, época en que los niños suelen pasar más tiempo en campamentos, guarderías o practicando deportes, plantea desafíos particulares cuando el termómetro alcanza niveles peligrosos.
La Dra. Jess Weisz, pediatra del Children's National Hospital en Washington D.C., explica que la clave está en que los adultos apliquen el sentido común. "Cuando las temperaturas superan los 35°C, como en esta ola de calor actual, debemos prestar especial atención a los niños que están al aire libre", advierte.
Medidas básicas de protección
Weisz enumera tres precauciones fundamentales:
-Pausas frecuentes, especialmente durante actividad física
-Hidratación constante con agua
-Protección solar, que incluye gorros y bloqueador
"Los niños suelen preferir seguir jugando antes que tomar descansos por iniciativa propia", señala la pediatra. "Ahí es donde los padres y cuidadores deben intervenir". Los bebés y niños muy pequeños requieren mayor vigilancia, ya que su capacidad para regular la temperatura corporal es limitada. Para ellos, la sombra es el mejor refugio.
Ajustes en guarderías y campamentos
La Dra. Weisz recomienda reorganizar los horarios de actividades exteriores: "Lo ideal es evitar las horas más críticas, entre las 10am y 3pm. Para guarderías esto supone un reto, pues coincide con las entradas y salidas, pero escuelas y campamentos podrían programar más actividades temprano en la mañana o al final de la tarde".
En el centro infantil "Curiosity Preschool and Childcare Center" de Silver Spring, Maryland, ya han implementado estos cambios. Jawairia Royle, directora y maestra, trasladó el recreo exterior a primera hora del día. "Como profesora, debo recordarles constantemente que su cuerpo es como un motor que puede recalentarse, y que necesitan 'combustible' en forma de agua", explica.
Curiosamente, la ola de calor coincidió con la semana temática del safari en esta guardería. "Estamos aprendiendo cómo los animales se refrescan - por ejemplo, cómo los elefantes mueven sus orejas para regular su temperatura", comenta Royle. "Los niños están asimilando muy bien estos conceptos".
Sin embargo, no todos aceptan de buen grado las restricciones. Mila Zudic, de cinco años, expresa su frustración: "Me gusta deslizarme en los toboganes y jugar en los parques". Su comentario refleja el dilema que enfrentan muchos padres: equilibrar la necesidad de seguridad con el deseo natural de los niños de jugar al aire libre.
Mientras persistan las altas temperaturas, los expertos insisten en que la supervisión adulta y las adaptaciones en las rutinas son esenciales para prevenir golpes de calor y otras complicaciones. Como concluye la Dra. Weisz: "Se trata de encontrar el equilibrio entre permitir que los niños disfruten del verano y garantizar su bienestar".
© SomosTV LLC-NC / Photo: © USDA
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