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Condiciones para que los niños vuelen solos

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Los niños pueden viajar solos en avión desde los 5 años. En los aeropuertos de Estados Unidos, las reglas las define cada compañía aérea. Para que un menor, típicamente entre los 5 y los 14 años, pueda volar sin la compañía de un adulto, los padres o tutores deben inscribirlo en el servicio de "menor no acompañado" de la aerolínea. Este proceso no es una simple anotación; conlleva el pago de una tarifa, la cumplimentación de un formulario específico y la designación clara de un adulto responsable para la despedida en el aeropuerto de origen y de otro adulto, que puede ser el mismo o uno diferente, para recibirlo en el aeropuerto de destino.

La edad es el primer filtro. Los niños menores de 5 años no pueden volar solos bajo ninguna circunstancia y deben estar acompañados en cabina por un pasajero mayor, cuya edad mínima requerida puede oscilar, dependiendo de la aerolínea, entre los 12 y los 18 años. A partir de los 5 años, las posibilidades se abren, pero dentro de un marco muy definido. La mayoría de las aerolíneas aceptan menores no acompañados desde los 5 años hasta los 11 o los 14, con variaciones significativas entre una compañía y otra. Este servicio de supervisión no es opcional para los rangos de edad más bajos; suele ser un requisito obligatorio, especialmente para los niños de 5 a 11 años.

El servicio en sí consiste en que un empleado de la aerolínea se convierte en el escort oficial del niño. Esta persona es responsable de supervisarlo desde el momento en que es entregado en el mostrador de facturación hasta que es recogido en la puerta de embarque de llegada. El adulto designado para la recogida no puede esperar en el aparcamiento o en la terminal; debe presentarse directamente en la puerta de embarque con una identificación oficial con fotografía, lista para asumir la custodia del menor.

La preparación del niño es otro pilar del proceso. Se espera que el menor tenga la madurez suficiente para comprender y seguir instrucciones, y, de manera crucial, para saber pedir ayuda a los auxiliares de vuelo si la necesita. Su viaje no es solo una cuestión de sentarse en un asiento. Para los más pequeños, de 5 a 7 años, algunas aerolíneas imponen una restricción adicional: solo pueden viajar en vuelos directos, sin escalas. La capacidad de un niño para manejar un vuelo con conexiones, donde debe cambiar de avión guiado por un extraño, depende directamente de su edad y de la política concreta de la compañía aérea con la que vuele.

Si el viaje cruza una frontera internacional, la complejidad aumenta. Pueden ser necesarios documentos adicionales, como una carta de consentimiento notarial de los padres, un requisito que depende enteramente de las leyes del país de destino.

Ante este laberinto de normas, la recomendación central es el contacto directo. Quienes planeen un viaje así deben comunicarse con la aerolínea para confirmar sus restricciones de edad específicas, sus reglas y sus tarifas, que pueden variar ampliamente. La reserva del servicio para menores no acompañados debe realizarse en el mismo momento en que se compra el billete. Los adultos involucrados en ambos extremos del viaje deben tener a mano su información de contacto y su identificación oficial. Paralelamente, es necesario preparar al niño para la experiencia, hablándole del proceso, de a quién debe acudir y asegurándose de que entiende que debe llevar puesta cualquier identificación, como una cinta o lanyard, que la aerolínea requiera. El día del vuelo, tanto quien deja al niño como quien lo recoge deben llegar al aeropuerto con un margen de tiempo extra, porque los trámites, las verificaciones y las esperas forman parte inseparable del viaje de un menor que vuela solo.

© SomosTV LLC-NC / Photo: © Live and Let's Fly

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