Cómo sobrellevar el regreso a la escuela
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Lucia
La vuelta a la escuela marca el inicio de una nueva etapa, con horarios más estrictos y distintas obligaciones. Para algunos niños, este cambio puede ser un desafío, especialmente a partir de los 24 meses cuando comienzan a ser más conscientes de los cambios. La Dra. Mariola García, responsable del área pediátrica de HLA Vistahermosa, ofreció varios consejos para que este proceso sea más llevadero para los niños y sus padres.
“La actitud de los padres es fundamental para transmitir seguridad y ayudar a los niños a adaptarse a su nuevo ritmo de vida”, señala la Dra.
García. Para facilitar esta transición, la especialista recomienda:
Ajuste de horarios: Quince días antes de iniciar el curso escolar, es importante establecer nuevos horarios de sueño. Los niños deben empezar a dormir antes y levantarse más temprano. Durante los fines de semana, se puede permitir que los niños duerman una o dos horas más, pero sin alterar su ciclo de sueño.
Preparación del material escolar: Organizar todo el material escolar con antelación evita las prisas de última hora y la inseguridad en los niños. Es recomendable que ellos participen en esta preparación.
Rutina matutina: Calcular el tiempo necesario para que el niño se levante, desayune y se traslade a la escuela, ayuda a que el inicio del día no sea estresante.
Actitud positiva: Los padres deben destacar siempre lo bueno de la escuela. Acompañar al niño por las mañanas con una actitud positiva y despedirlo con una sonrisa puede reducir su nerviosismo o miedo.
Alimentación equilibrada: Conocer el menú escolar y complementarlo en casa con una dieta equilibrada es crucial. El déficit de vitaminas y otros nutrientes puede afectar la adaptación, concentración y capacidad de aprendizaje del niño.
Rutina de estudio: Crear una rutina de estudio y establecer reglas claras sobre el tiempo dedicado a actividades extraescolares y lúdicas es fundamental para el desarrollo académico del niño.
Tiempo de calidad: Dedicar tiempo a jugar con los hijos y animarles a compartir sus experiencias escolares crea un lazo de confianza que influye positivamente en el niño. Esto también puede ayudar a detectar y prevenir situaciones como el acoso escolar.
Tiempo para jugar: Es crucial que los niños tengan tiempo para jugar, lo que les ayuda a relajarse y disfrutar.
“Los padres deben entender que esta es una etapa de transición que, en la mayoría de los niños, se resuelve en una semana. Si el niño sigue desmotivado, con angustia, debilidad, cambios de humor o síntomas físicos como molestias abdominales, dolores de cabeza o insomnio, puede tratarse de un síndrome postvacacional o alguna otra enfermedad. En ese caso, es importante acudir al pediatra”, concluye la Dra. García.
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