
Cinco propuestas lúdicas y saludables para alimentar a los niños en lo que queda de verano
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1) Arcoíris comestible: ensalada tricolor
Cromatismo nutricional con productos de temporada
El rojo del tomate maduro, el verde intenso del pimiento y el blanco de la cebolla fresca conforman un trío estival. Esta ensalada aprovecha pimientos locales (en su punto óptimo de julio a septiembre), ricos en vitamina C.
Clave práctica: Cortar los ingredientes en formas geométricas - cubos, estrellas, lunas - usando cortadores de galletas. Los niños pueden montar "pinturas comestibles" sobre el plato, eligiendo cómo distribuir los colores. Servir con vinagreta de miel suave para contrarrestar posibles rechazos a lo ácido.
2) Barquitos de tomate rellenos de sorpresas
Verduras convertidas en recipientes de aventura
Tomates beefsteak huecos albergan un relleno de garbanzos, maíz dulce y pepino en dados. La acidez natural del tomate equilibra la cremosidad de los garbanzos, mientras el maíz aporta dulzor.
Dato vital: Escoger tomates de campo (disponibles hasta septiembre) que conserven su aroma a tierra y sol. Para los más pequeños, presentarlos como "tesoros piratas" escondidos en frutas-roca. La proteína vegetal completa evita carnes pesadas en días calurosos.
3) Islas tropicales de ensaladilla rusa
Reinterpretación segura sin mayonesa
Patatas nuevas hervidas con piel (más nutritivas), zanahorias tiernas y guisantes forman la base. El atún en conserva al natural y huevo duro picado añaden proteínas sin exceso graso.
Innovación clave: Moldear con aros de emplatar creando "islas" sobre lechugas, decorando con olivas como "cocoteros".
Para picnic: transportar en tarros individuales con base de hielo en nevera portátil. Los niños adoran apilar capas como si construyeran castillos de arena comestibles.
4) Berenjenas-barca con tripulación de arroz
Horneado que transforma verduras en navegantes
Mitades de berenjena asadas hasta fundirse albergan un sofrito de pollo picado, arroz integral y queso rallado. La berenjena - recolectada en su esplendor entre julio y septiembre - actúa como contenedor natural, absorbiendo sabores.
Truco infalible: Invitar a los niños a "almacenar el tesoro" (relleno) en las barcas usando cucharas pequeñas. El queso forma una costra dorada que camufla visualmente la verdura para paladares rebeldes.
5) Hummus con varitas mágicas de pavo
Dip fresco que convierte legumbres en diversión Garbanzos triturados con tahina, limón y comino forman una crema sedosa.
Acompañar con:
"Varitas de aprendizaje": tiras de pechuga de pavo horneada con hierbas
"Pinceles comestibles": bastones de zanahoria, pepino y calabacín crudo Experiencia sensorial: Los niños eligen sus combinaciones - pavo hummus, vegetal hummus o "explosiones mixtas". El pepino, disponible hasta septiembre, aporta frescura acuática ideal para tardes de calor.
El hilo conductor: Todos los platos incorporan vegetales de temporada en su punto óptimo, aprovechando su mayor dulzor natural. La presentación lúdica reduce resistencias, mientras la participación en preparación (moldear, rellenar, decorar) genera apego emocional a lo creado.
Como señala la nutricionista infantil Laura García: "Cuando un niño monta su ensalada como un puzzle, está decodificando sabores antes del primer bocado". Estos platos evitan frituras y salsas pesadas, priorizando cocciones suaves que conservan nutrientes sin sobrecargar digestiones en días calurosos.
© SomosTV LLC-NC / Photo: © SmileTown
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