Anemia también puede afectar a niños con sobrepeso
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Lucia
La obesidad infantil es un problema de salud pública mundial que sigue en aumento. En este contexto, México nuestro país se posiciona como uno de los países más afectados por esta condición, lo que pone de manifiesto la necesidad urgente de abordar las consecuencias de esta enfermedad desde edades tempranas. Más allá de sus efectos visibles, la obesidad tiene un impacto profundo en la salud integral de los niños, incluyendo complicaciones menos evidentes como la anemia, pese a que parezca que solo afecta a menores con déficit nutricional.
Obesidad infantil: un factor de riesgo creciente
Los niños y niñas con obesidad enfrentan un proceso inflamatorio crónico desde una edad temprana, lo que incrementa el riesgo de desarrollar diversas enfermedades metabólicas como resistencia a la insulina, dislipidemia y esteatosis hepática metabólica. Estas afecciones, además de afectar múltiples órganos y sistemas, también elevan el riesgo de alteraciones hematológicas, entre ellas, la anemia.
La anemia es una enfermedad caracterizada por una insuficiencia en la cantidad de glóbulos rojos o hemoglobina, lo que impide el transporte adecuado de oxígeno a los tejidos y órganos. Un estudio reciente realizado en Puebla, México, y publicado en el Boletín Médico del Hospital Infantil de México, reveló que los niños y niñas con obesidad tienen un riesgo 2.5 veces mayor de desarrollar anemia en comparación con aquellos de peso y talla normales.
El vínculo entre obesidad y anemia aún no se comprende del todo, pero se considera que la inflamación crónica asociada con la obesidad podría ser un factor determinante. Además, alteraciones en la hormona hepcidina, que regula el metabolismo del hierro, podrían contribuir a este fenómeno. Investigaciones en otros países han reportado resultados similares tanto en niños como en adultos.
Impacto de la anemia en la infancia
La anemia en la edad pediátrica tiene consecuencias significativas para el desarrollo y bienestar de los niños. Entre sus complicaciones más comunes se encuentran:
Retraso en el neurodesarrollo: Los niños con anemia pueden experimentar dificultades para alcanzar hitos importantes en su desarrollo motor y cognitivo.
Problemas de aprendizaje: La insuficiencia de oxígeno en el cerebro puede afectar la capacidad de atención y memoria.
Alteraciones inmunológicas: La anemia debilita el sistema inmunológico, aumentando la susceptibilidad a infecciones.
Deficiencias en el desarrollo cognitivo: A largo plazo, puede impactar negativamente en el rendimiento académico y la calidad de vida.
En el caso de los niños con obesidad, estas complicaciones se suman a otras comorbilidades asociadas con su condición, lo que agrava aún más su estado de salud y calidad de vida.
Estrategias para prevenir y tratar la obesidad y la anemia
El manejo de la obesidad infantil requiere un enfoque multidisciplinario que involucre tanto a profesionales de la salud como a las familias.
Dentro de este enfoque, es crucial:
Fomentar hábitos alimenticios saludables: Una dieta balanceada, rica en hierro, vitaminas y minerales, es fundamental para prevenir tanto la obesidad como la anemia.
Promover la actividad física: El ejercicio regular ayuda a prevenir el sobrepeso y mejora la circulación, favoreciendo una mejor oxigenación de los tejidos.
Realizar evaluaciones médicas regulares: En los niños con obesidad, es esencial monitorear indicadores de anemia y otras complicaciones relacionadas.
Intervenir tempranamente: Detectar y tratar la anemia en etapas iniciales puede minimizar sus efectos en el desarrollo del niño.
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