Cómo combatir el estrés en familias con niños
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Lucia
En un hogar con niños es inevitable que la convivencia no sea siempre un camino de rosas. Para tus hijos, sus experiencias en esta época de la vida pueden marcarles, tanto en lo bueno como en lo malo, y para ti y tu pareja, como padres, se puede producir también un malestar que lleva al estrés. En Eres Mamá nos sugieren cómo enfrentar ese riesgo familiar.
Los pequeños son demandantes, aún no regulan bien sus emociones y siguen sus propios ritmos. Esto puede hacer que las familias vivan con prisas constantes, que la casa esté siempre desorganizada y que surjan frecuentes conflictos. Afortunadamente, hay algunos consejos que pueden ayudar a reducir el estrés cotidiano.
Es cierto que cada familia es diferente y tiene sus propias necesidades, por lo que también debe encontrar su propia forma de hacer las cosas. Lo que para algunas puede resultar de gran utilidad, para otras es inadecuado. No obstante, las siguientes sugerencias son sencillas de aplicar y pueden marcar la diferencia para mejorar la calidad de vida de los miembros de tu hogar. Si quieres conocerlas, te invitamos a seguir leyendo.
¿Por qué reducir el estrés cotidiano en un hogar con niños?
Todas las familias atraviesan diversos momentos de estrés a lo largo de los años. Algunos son producidos por los mismos cambios de etapa naturales y otros por acontecimientos accidentales o no esperados. En cualquier caso, estos momentos de crisis puntual pueden ayudar a sus miembros a estrechar lazos y a poner en marcha recursos valiosos que antes permanecían dormidos.
Sin embargo, la tensión, la angustia y el nerviosismo cotidiano es bien diferente. En este caso hablamos de un estrés crónico y continuo que afecta en el día a día y está relacionado con las dinámicas personales y familiares. Además, no solo afecta a los adultos, sino que también puede influir en gran medida en los niños. Concretamente, este puede derivar en quejas somáticas, trastornos del sueño, obesidad, miedos y problemas de conducta.
Cuando la tensión es sostenida por períodos prolongados, deteriora la salud física, genera insatisfacción, causa malestar emocional y perjudica las relaciones familiares.
¿Cómo reducir el estrés cotidiano en tu familia?
Como decíamos, el estrés muchas veces es el resultado de dinámicas familiares que no son útiles o que se pueden mejorar. A este respecto, hay varias propuestas que pueden ser de utilidad.
1. Establecer rutinas y horarios
Los niños necesitan una rutina para que su día a día sea predecible y sentirse seguro. Esto realmente les aporta estabilidad, pero también puede ayudar a reducir el estrés familiar.
Se trata, en primer lugar, de establecer un horario en el que cada actividad tenga su momento. Por ejemplo, la hora de comer, de jugar, de hacer los deberes y de dormir. Pero también de que cada una de estas tareas siga una secuencia, como ser lavarse las manos, poner la mesa, cenar, recoger y lavarse los dientes.
Si esto se sigue cada día, será sencillo avanzar más rápido y sin perder tiempo. Además, los niños se harán más autónomos, pues sabrán qué toca hacer en cada momento y no necesitarán de la supervisión constante de los adultos para cumplir con los siguientes quehaceres.
© SomosTV LLC-NC / Photo: © Migs Reyes / Pexels
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