Signos de alarma para acudir a un psicólogo infantil
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Lucia
Educar es una travesía no exenta de obstáculos, los niños pasan por diferentes etapas y en este camino, algunos padres empiezan a preocuparse y se preguntan si el comportamiento de su hijo será normal cuando surgen dificultades. ¿Es necesario acudir a un psicólogo infantil o será un problema del desarrollo que desaparecerá por sí solo? Responden desde El Prado Psicólogos.
Antes de desesperarse, es importante tener en cuenta que los niños atraviesan por diferentes fases críticas a lo largo de su desarrollo. Por ejemplo, entre los 2-3 años muchos pequeños viven una etapa de negativismo y responden con rabietas cuando no satisfacen sus deseos. Con las normas adecuadas y mucha paciencia, esta fase se supera sin mayores complicaciones.
De hecho, en el ámbito de la psicología se hace referencia al concepto de "desarrollo esperado" para indicar todos aquellos comportamientos y habilidades que son propias de cada edad. Por tanto, las conductas que podrían catalogarse como normales para un pequeño de 3 años, dejan de serlo para uno de 5 años.
Además, no podemos olvidar que el desarrollo del niño está determinado por las características de su sistema nervioso, que no es suficientemente maduro hasta alrededor de los 7 años. Antes de esa edad, es normal que le resulte difícil concentrar su atención durante mucho tiempo, que no recuerde algunas órdenes y que tenga dificultades para controlar su comportamiento cuando está muy excitado.
También se deben considerar las características de personalidad del pequeño. El hecho de que un niño se comporte de manera diferente, quizás porque es más inquieto o más introvertido, no significa que tenga un trastorno sino tan solo que tiene un carácter diverso.
En otros casos el problema no radica en el niño sino en los padres, ya sea porque estos tienen expectativas muy altas y le exigen demasiado o porque le sobreprotegen tanto que no le permiten desarrollar sus habilidades.
Antes de pedir ayuda especializada
Conversa con tu pareja o con el cuidador ya que en ocasiones los comportamientos que el niño exhibe contigo no los muestra con otras personas. En estos casos la causa puede ser la necesidad de llamar la atención o la utilización de pautas educativas inadecuadas.
Habla con la familia y/o la escuela pues son fuentes de información muy útiles que te pueden dar pistas sobre lo que está sucediendo. No es extraño que los abuelos recuerden a un pariente que se comportaba de la misma manera o que la maestra te indique un problema con los compañeros de clase que puede estar afectando al niño.
Photo: © PXHere
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