Mi niña/o exige demasiada atención
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Lucia
Hay cierta edad en la que los niños se vuelven muy exigentes y requieren no solo la atención que deben tener... sino aún más. Quieren ser más protagonistas en las vidas de sus padres. en 20 Minutos, la doctora Alexia Olaria, psicóloga en el Hospital St. Joan de Déu aporta su experiencia y consejos sobre este asunto.
La atención por parte de los otros es una necesidad muy básica, que todo el mundo requiere. Esta necesidad nos habla de que como seres humanos requerimos ser amados, cuidados y apoyados. Somos seres sociales por naturaleza, y necesitamos de los demás no solo para sobrevivir, sino que también para desarrollarnos, aprender, crecer, jugar…
La mayoría de niños obtienen atención en la escuela y en el hogar y el hecho de que los niños llamen la atención es una conducta totalmente normal. Es un reclamo para que les demos seguridad y confianza en sus logros y sus avances.
Los padres son las figuras de referencia para los niños y son el espejo en el que se ven reflejados. El niño entiende aquello que está bien o mal en base a las reacciones del entorno. Se conocen a partir de la mirada del adulto por ello buscan ser observados. Las complicaciones vienen cuando existen problemas en el niño a nivel emocional y buscan este “hazme caso” de manera continua.
¿Qué hay detrás de un niño que llama la atención mucho?
Hay multitud de causas que pueden llevarlos a realizar conductas llamativas, pero probablemente lo que están buscando es seguridad y proximidad. La inseguridad y las ganas de ser reconocido por algo son bastante comunes en las llamadas de atención. Puede ocurrir que no se sienta exitoso en la escuela, que esté nervioso por algún evento o situación, que no se sienta hábil en sus relaciones sociales, que vea que no se pasa tiempo de calidad con él…
Sin ser muy conscientes de ello, a veces, puede que se ponga el acento en aquellas conductas que son negativas. Estas conductas sí que llaman nuestra atención (y mucho), hacen que nos centremos en él. Se habla con el niño, se movilizan recursos tales como ir a hablar con profesores, hablar con la pareja sobre lo que ha hecho, fijarnos especialmente si está o no haciendo esa conducta… Al final toda esa atención, ¿la habría conseguido si se portase “bien”?
Consejos para ayudar al niño
Aquí hay algunas soluciones prácticas para ayudar a un niño que busca de manera constante la atención. Es importante remarcar que, si el niño presenta conductas que resultan muy alarmantes y los padres se sienten preocupados, lo mejor es buscar ayuda profesional para orientar en cada caso específico.
Reforzar su buen comportamiento: felicitarlos por aquellos pequeños logros que consiguen en el día a día. Recompensarlos por ello de manera rápida (una sonrisa, un elogio) los niños tienen otra percepción del tiempo por ello debemos unir acción y consecuencia más rápido que con un adulto.
Prestar toda la atención en un momento en el que se encuentren tranquilos y solos. Establecer un tiempo diario. No hace falta que sea mucho tiempo, cada uno debe mirar cuánto tiempo de calidad puede ofrecer. Si son 15 minutos está bien, siempre y cuando sea un momento para él.
Imagen de archivo de una mujer durmiendo en su cama.
Hablar con ellos y no a ellos. Numerosos estudios muestran que los niños que tienen conversaciones con adultos, con contacto visual, les leen historias y juegan con ellos tienen tendencia tener más éxito escolar y se desenvuelven mejor socialmente.
Buscar tareas para que se sientan exitosos en algo. Asumir responsabilidades les ayudara a fomentar su autonomía al ver que pueden hacerlo. Por ejemplo: dar de comer al gato, hacer un dibujo para un familiar, poner la mesa, ayudar a doblar la ropa, unirse a alguna actividad extraescolar que se le dé bien…
Ser amable, cariñoso, pero poner límites cuando sea necesario. No porque un niño esté llamando la atención por inseguridad implica que debamos ser laxos con las normas. Los límites les ayudar a entender qué está bien y qué no, y eso ayuda a ganar seguridad.
Photo: © Sean Dreilinger / Flickr
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