Alternativas a los regalos navideños para tus pequeños
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Para muchas familias, la mañana de Navidad es sinónimo de la emoción por los paquetes brillantemente envueltos y el caos alegre que sigue al desenvolverlos. Pero a medida que se acerca la fecha, un número creciente de padres está reevaluando tradiciones arraigadas, replanteándose cómo puede ser la temporada festiva. La conexión, la creatividad y la simplicidad empiezan a ganar terreno frente a las pilas de regalos.
Una investigación reciente de Kiddie Academy encuentra que el 73% de los padres priorizan experiencias, como viajar o aprender, por encima de objetos, como juguetes y juegos, para sus hijos durante las fiestas.
Esta tendencia forma parte de un movimiento más amplio. Una encuesta de CNET en 2024 mostró que el 7% de los compradores estadounidenses planeaba no regalar nada la pasada Navidad.
La idea de una "Navidad sin regalos" puede sonar radical, especialmente cuando los niños están acostumbrados a los calcetines repletos y al árbol rodeado de cajas. Sin embargo, para las familias que caen en deudas por los gastos navideños o que sienten un estrés extremo en esta temporada, los pros pueden superar a los contras. Para algunos, es una oportunidad de destinar ese dinero a algo considerado más importante. Un ejemplo que circuló ampliamente en redes fue el de una abuela que explicaba que nunca compraba regalos navideños a sus nietos, sino que usaba ese dinero para aportar a las cuentas de ahorro que había abierto para ellos.
Para otras personas, como las dos madres que relatan su experiencia, se trata de centrarse en enseñar a sus hijos sobre la gratitud dentro de una cultura que a menudo equipara el amor con las cosas materiales.
April Jackson, madre de gemelos de cuatro años y medio, cuenta que, después de compartir su historia de Navidad sin regalos en internet, recibió críticas. Explica que decidió optar por no regalar a sus hijos presentes ni en Navidad ni en cumpleaños porque quiere que se centren en las experiencias más que en los objetos. "Si amigos y familiares insisten en regalar algo, les digo que debe ser una experiencia. Tampoco me gusta la idea de que la gente sienta presión por regalar o competir pensando que tiene que dar el mejor regalo", dice Jackson. "A una edad temprana, no creo que mis hijos necesiten regalos. Eso implica que se da demasiado valor a los gestos materialistas".
El otro foco de Jackson durante la Navidad son las personas y la comida. No se siente mal por su decisión, sobre todo porque sus hijos tienen otras cosas que esperar. "Están viviendo su mejor vida, se despiertan preguntando si hoy tomaremos un avión o un taxi porque hemos estado viajando constantemente, yendo a un lugar nuevo cada semana y a un nuevo país cada mes", comparte. "Eso es lo que importa más".
Explica que cuando sus gemelos sean mayores, podría introducir regalos en sus celebraciones, pero con cautela. Por ahora, está contenta con su elección. "Mis amigos y mi familia saben que soy 'especial', no solo con mi política de regalos (o ausencia de ella), sino con todo mi estilo de crianza, y tengo suerte de que respeten mis deseos", afirma. "No es necesaria una explicación, ya que he creado su norma con gran intención".
Otra madre que opta por no regalar es Brittany Magsig, cuyos hijos tienen ahora dos y cuatro años. "Me di cuenta durante los primeros tres años de vida de mi hija que recibió más juguetes de los que jamás hubiera imaginado, por parte de familiares y de nosotros mismos", relata. "Mi marido y yo intentamos ser eficientes, lo que significa ser bastante minimalistas, sin desorden, sin dos juguetes iguales. Y nos dimos cuenta de que la Navidad en realidad se había vuelto más estresante que otra cosa".
Junto con recibir juguetes no apropiados para su edad, también recibían duplicados, y muchos regalos terminaban amontonados en un dormitorio o armario aparte. Empezaron a sentir cierta aversión hacia la Navidad y el acto de regalar.
Magsig decidió enviar un mensaje de texto a su familia que decía algo así como: "¡Hola a todos! Quería avisarles que este año no haremos regalos para los niños, sino experiencias. ¡Aquí hay algunas ideas que realmente beneficiarían a los niños por aquí o, por supuesto, pueden venir a hacerlo con ellos!". "Pensé que esto fue bien recibido y entendido, pero a medida que más y más familiares daban regalos, escuchaba comentarios laterales como: 'Esto significó mucho para mí, así que quería darles esto'", comparte. "Me di cuenta de que no iba a cambiar completamente la mentalidad de mi familia".
Así que Magsig y su familia se han centrado principalmente en una Navidad sin regalos durante los últimos años, pero con cierta flexibilidad. "Es probable que esperemos un par de años para comprometernos con una tradición 100% sin regalos, pero ese es el objetivo ahora mismo", dice. "Siempre estamos dispuestos a adaptarnos para satisfacer las necesidades de los niños o incluso las normas sociales, dentro de lo razonable".
Magsig y su esposo planean centrarse en hacer viajes con sus hijos en lugar de recibir presentes tangibles. También quieren enfatizar la historia de la Navidad y lo que significa la festividad en esencia. "En resumen, queremos que sepan que la Navidad se trata de recuerdos, alegría y experiencias con familiares y amigos", afirma. "No recordarán quién les dio un regalo, pero recordarán cómo se sintieron en esa época".
© SomosTV LLC-NC / Photo: © Elina Fairytale
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