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Ser madre no implica dejar de ser mujer

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En algún momento, entre los pañales, los horarios de las comidas y las reuniones del colegio, muchas mujeres comienzan a preguntarse en qué lugar quedó aquella otra parte de sí mismas que existía antes de la maternidad. La psicopedagoga María José Roldán, colaboradora del portal Etapa Infantil, ha querido detenerse en ese punto exacto, allí donde ser madre se confunde con dejar de ser una misma. Su reflexión parte de una idea sencilla, pero a menudo silenciada: “Lo peor que puede hacer una madre para ser buena madre es olvidarse de ella por completo.”

Roldán no niega el amor ni la entrega que conlleva la maternidad. Habla, más bien, de los límites difusos entre el cuidado de los hijos y el propio bienestar. En sus palabras, “una madre no deja de ser mujer”, y eso implica tener deseos, planes, momentos de soledad o incluso viajes que no incluyan ni al marido ni a los niños. Lo que reclama no es una ruptura con el rol materno, sino una reconciliación con la persona que está detrás de él.

En su artículo, la autora describe cómo muchas mujeres cargan con una culpa que no les pertenece: la de querer un espacio propio. “¿Quieres hacer un viaje y no sentirte mal por ello? ¡Solo tienes que hacerlo!”, escribe. En su planteamiento no hay frivolidad, sino una constatación: una madre que se abandona termina agotada, frustrada, y esa frustración acaba extendiéndose al resto de la familia. “Si te abandonas, si no piensas en tus necesidades… poco a poco comenzarás a marchitarte y a proyectar esas frustraciones en los demás.”

El texto avanza entre exhortaciones y advertencias, pero también entre gestos cotidianos. Roldán se dirige a las mujeres desde la intimidad del espejo o del armario: “Viste como quieras, suéltate el pelo y disfruta de tu melena.” No se trata de un simple consejo estético, sino de una invitación a recuperar la autonomía, a reconectarse con la identidad que no se mide en función de los hijos. Hablar de otras cosas, rodearse de personas ajenas al mundo de los biberones y los parques infantiles, retomar hobbies o proyectos personales: todo eso, sugiere, forma parte del mismo acto de cuidado.

En su planteamiento, la maternidad no es una renuncia. “Una mujer, aunque sea madre, tiene muchas versiones y facetas que no debe enterrarlas; debe sacarlas a la luz y permitir disfrutarlas.” Ser madre, sostiene, puede ser también una forma de crecimiento personal, pero nunca una disolución. El problema aparece cuando esa experiencia se convierte en el único horizonte.

Roldán señala que la presión social también contribuye a este olvido. Existen, dice, miradas que juzgan cualquier gesto de independencia. “Hay personas que critican las cosas que hacen las madres solo porque son madres”, escribe, refiriéndose a quienes opinan sobre su forma de vestir, sus salidas o incluso cuántas copas de vino pueden beber durante una cena. “Nadie tiene que cortar la libertad de una mujer solo porque sea madre.” En ese sentido, la maternidad se convierte en una especie de lupa moral bajo la que se examinan comportamientos que en cualquier otro contexto pasarían desapercibidos.

El mensaje que recorre todo su texto es, en el fondo, una apelación a la autenticidad. “No te olvides de ti misma”, insiste, recordando que el bienestar de los hijos depende también del bienestar de la madre. La idea puede parecer simple, pero en muchas culturas sigue siendo incómoda: admitir que una madre necesita tiempo para sí misma sigue viéndose como una forma de egoísmo. Roldán lo plantea al revés: cuidar de una misma es, en realidad, una manera de cuidar mejor de los demás.

Las últimas líneas de su reflexión se abren hacia una imagen luminosa. Habla de “desplegar las alas”, una metáfora que transforma la culpa en movimiento. “No te quites las alas para dárselas a ellos… despliega tus alas y permite que ellos desplieguen también las suyas propias.” No hay en ello una proclama de independencia radical, sino una visión de la maternidad más libre, en la que la felicidad individual no se opone al amor familiar, sino que lo alimenta.

© SomosTV LLC-NC / Photo: © MedPsych Behavioral Health

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