Tiempo de celebración pero también de ansiedad para los más pequeños
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En las fiestas de finales de año, los psicólogos infantiles han detectado un aumento en el estrés o la ansiedad de los más pequeños en general. Para los niños con necesidades especiales – aquellos que navegan el mundo con Autismo, TDAH, dificultades de procesamiento sensorial o una tendencia a sobreestimularse con el ruido – la temporada navideña no siempre es un paisaje de iluminación y alegría. Con el Día de Acción de Gracias a la vuelta de la esquina y la Navidad o Hanukkah siguiéndole de cerca, estas festividades pueden convertirse en un territorio complejo, lleno de estímulos impredecibles y expectativas sociales que pueden resultar abrumadoras.
La terapeuta Lori Lite ha elaborado una serie de reflexiones y sugerencias prácticas para navegar este período, ideas que resonan profundamente en la práctica clínica de muchos profesionales que, como el Dr. Michael Rubino – con más de 25 años de experiencia trabajando con niños y adolescentes –, entienden la singularidad de estas experiencias.
La Geografía Interior: Cartografiando un Espacio Seguro
Una de las estrategias centrales, casi un ritual de preparación, consiste en establecer un espacio designado como "rincón de la calma" o "zona de descompresión cerebral". Este lugar, que puede habilitarse en un rincón de la propia casa o en una habitación apartada en la de los familiares durante las visitas, sirve como un refugio sensorial, un puerto al que el niño puede acudir cuando el oleaje de estímulos – las conversaciones simultáneas, el brillo de las luces, el aroma intenso de la comida – amenace con desbordarle. Es crucial que este territorio sea respetado por todos, que los otros niños e invitados comprendan que es un santuario intocable. La idea va más allá de ofrecer un lugar físico; se trata de empoderar al niño para que reconozca por sí mismo los primeros signos de saturación, esos indicios sutiles de que su estado de ánimo comienza a escalar y necesita una pausa. Este autoconocimiento, se subraya con insistencia, no es innato; requiere práctica previa, ensayos en días tranquilos.
La "bolsa de relajación" personal se convierte, entonces, en un kit de supervivencia emocional. Equipada con auriculares para aislarse con su música o cuentos especiales – series como "Indigo Dreams", que incorporan técnicas de relajación en sus narrativas, pueden descargarse en dispositivos electrónicos –, plastilina para amasar la ansiedad, una pelota antiestrés para comprimir la frustración o incluso una cámara de fotos que ofrece un marco literal a través del cual enfocar la realidad para quienes experimentan ansiedad social. Este espacio y estos recursos pueden generar tal bienestar que, como se apunta con un dejo de esperanza, "los otros niños quizás sientan celos", lo que podría iniciar una nueva tradición familiar de respetar los momentos de desconexión.
La Arqueología de lo Familiar: Preparando el Terreno Emocional
La preparación emocional es otro pilar fundamental, una forma de cartografiar el territorio desconocido de las fiestas antes de pisarlo. El uso de "historias sociales" – narraciones personalizadas que explican situaciones sociales –, libros y películas sirve para familiarizar al niño con los rituales, los sonidos y las secuencias de eventos que caracterizan estas fechas. A nivel físico, algo tan simple como asegurar que la ropa sea cómoda, sin etiquetas molestas o texturas irritantes, puede prevenir un malestar constante. La exposición gradual y en dosis pequeñas a los sonidos navideños – tal vez empezando con un villancico a volumen bajo – puede ayudar a dessensibilizar el sistema nervioso.
La anticipación se erige como la herramienta más poderosa. Se recomienda realizar un recorrido mental por la celebración con "un ojo buscando los detonantes de ansiedad". ¿El crujido del papel de regalo al desenvolverlo es demasiado estridente? La solución puede ser tan simple como usar bolsas de tela o papel decorado solo con un lazo. ¿Los osos electrónicos con campanas en la casa de la abuela, una reliquia de otras navidades, causan una sobrecarga sensorial? Se le puede pedir con delicadeza que los desenchufe antes de la visita. Esta comunicación proactiva con amigos y familiares es clave; informarles con antelación sobre los posibles detonantes – y ofrecer alternativas, como un apretón de manos en lugar de un abrazo forzado – puede evitar momentos de incomodidad para todos, creando un entorno más comprensivo.
Para reducir la ansiedad ante reuniones con familiares que son, en la práctica, rostros amables pero casi desconocidos, una estrategia simple y efectiva es recurrir al álbum familiar. Revisar fotografías de los parientes antes del evento, jugando a emparejar nombres con caras, transforma lo abstracto en concreto. De esta manera, cuando la tía María, ya no un extraño, se incline para saludar, su rostro resultará familiar y menos intimidante.
Los Rituales de la Calma: Tejiendo Serenidad en la Rutina
La incorporación de técnicas de relajación en la rutina diaria es como tejer un manto de serenidad. Los niños pueden aprender a usar la respiración profunda – imaginar que inflan un globo en su barriga – o la visualización de un lugar seguro. Estas herramientas son aún más efectivas si los niños observan a sus padres emplearlas de manera natural en momentos de estrés cotidiano, normalizando así la gestión emocional.
Incluso la cena festiva, a menudo un punto álgido de estimulación, puede convertirse en un momento para incorporar la calma. Una idea propuesta es dedicar un momento para que cada persona en la mesa comparta una afirmación positiva, un atributo propio por el que se sienta agradecido. "Estoy agradecido por mi creatividad" o, si se siente estresado, "Estoy agradecido por mi calma". Para un niño con necesidades especiales que puede encontrar abrumador hablar en público, puede preparar un dibujo con antelación o participar mediante lenguaje de señas, asegurando su inclusión sin presión.
La planificación del tiempo adquiere una dimensión crítica durante las festividades. Apresurarse es, por naturaleza, incompatible con la relajación. La prisa genera fricción, y en un sistema nervioso ya vulnerable, puede ser la chispa de un colapso. Se aconseja, por tanto, dejar un colchón de tiempo generoso para todas las transiciones – vestirse, viajar, cambiar de actividad – y avisar a los niños con antelación, permitiéndoles terminar mentalmente lo que están haciendo.
Escribir listas puede ser un acto terapéutico para toda la familia, una forma de sacar de la cabeza la charla constante y las tareas pendientes, disminuyendo la ansiedad. Los niños, a quienes suele encantarles la concreción de una lista, pueden hacer la suya propia: qué quieren hacer para las fiestas, qué empacar en su bolsa de relajación. Este simple acto no solo ayuda a los padres a organizarse, sino que le da al niño una sensación tangible de participación y control sobre la experiencia.
Replanteando la Celebración: Flexibilidad y Participación Auténtica
Programar tiempo de inactividad no es un lujo, sino una necesidad fisiológica. En un calendario repleto de eventos, bloquear momentos para no hacer nada – permanecer en pijama hasta el mediodía, ver una película con un cuenco de palomitas recién hechas – puede ser profundamente rejuvenecedor para el cuerpo y la mente de un niño, un antídoto contra la sobreestimulación.
En cuanto a las temidas compras navideñas, la recomendación es clara: evitar los días más concurridos. El caos, el ruido de las multitudes y las interminables colas son una receta para el estrés. Para los niños cuya tolerancia a estos entornos es baja, una alternativa creativa es montar una "tienda navideña" en casa. Se pueden seleccionar previamente algunos regalos, envolverlos y luego crear una experiencia de compra lúdica, con un mostrador de pago y una mesa para envolver regalos, en la que toda la familia puede participar.
Finalmente, la flexibilidad es quizás el consejo más profundo y liberador. Se trata de relajar las expectativas internalizadas sobre lo que "debe" ser una celebración navideña perfecta. La diversión no tiene por qué medirse en escala ni en intensidad. La presión por crear una experiencia "inolvidable" y "agotadoramente completa" a menudo nos aleja del verdadero espíritu de conexión. "La mayoría de nosotros no necesitamos la experiencia exhaustiva y total de las fiestas para reflejar que la pasamos bien", se señala. Unos pocos minutos genuinamente positivos, un momento de risa compartida o de tranquilidad, pueden valer por toda una vida de recuerdos forzados.
Permitir que los niños participen de una manera significativa cierra este círculo de preparación. No se trata de asignarles tareas complejas, sino de encontrar una cosa que ellos puedan hacer y que los haga sentirse orgullosos. Puede ser recolectar bellotas o colocar unas cuantas campanillas en un bol para crear un centro de mesa sencillo y libre de estrés. Pueden doblar las servilletas, colocar los tenedores en la mesa o dibujar un pequeño cuadro para colocar en la silla de cada invitado. La clave última, el verdadero acto de amor y aceptación, está en recibir su contribución como perfecta y maravillosa en sí misma, absteniéndose de corregir la posición de una servilleta o de redibujar una sonrisa torcida en un dibujo. Al hacerlo, se honra su esfuerzo y se allana el camino para disfrutar verdaderamente de las fiestas en la única compañía que realmente importa: la de un niño, con sus necesidades especiales, sus fortalezas únicas y su propia y singular forma de ver la magia.
© SomosTV LLC-NC / Photo: © Helena Lopes



















































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































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