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Chícharos con bacon: un plato para conquistar a los más pequeños

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En la búsqueda constante de comidas que resulten atractivas para los más pequeños, los guisantes, conocidos en muchos hogares como chícharos o arvejas, suelen ser un desafío. Sin embargo, existe una fórmula clásica que transforma estas legumbres en un plato que rara vez falla: acompañarlos con bacon. La combinación del sabor ahumado del tocino con la dulzura natural de los chícharos crea un resultado que suele conseguir más de un aprobado en la mesa familiar.

La preparación comienza con los fundamentos de un buen sofrito. En una sartén, el aceite de oliva se calienta hasta que comienza a soltar su primer humo. Entonces, se incorporan los ajos laminados, que se sofrien durante apenas un minuto, el tiempo justo para que perfumen el aceite sin llegar a quemarse. El siguiente paso es añadir la cebolla, picada en cuadraditos pequeños, que se deja rehogar durante cuatro o cinco minutos hasta que se vuelve transparente y tierna.

El aroma cambia por completo cuando se agregan las tiras de bacon, cortadas en trozos muy pequeños. El sonido del tocino al hacer contacto con el calor es el preludio de un olor que se esparce por la cocina y que es, para muchos, irresistible. Si se desea añadir un punto de color y un toque de dulzor extra, este es el momento de incorporar también un poco de zanahoria picada.

Cuando el bacon está en su punto, es el turno de los chícharos. Se pueden utilizar frescos, previamente cocidos, congelados (que también requieren una cocción previa) o directamente de lata, que ya vienen listos para usar. Se vierten en la sartén y se mezclan bien con el resto de los ingredientes durante unos cinco minutos, permitiendo que los sabores se integren por completo.

Para aquellos que buscan un extra de sabor, existe un pequeño truco que suele funcionar con los paladares más exigentes: sustituir una parte del aceite de oliva por un trozo de mantequilla en el momento del sofrito.

La mantequilla aporta una cremosidad y un sabor que puede ser el detalle definitivo para que el plato sea un éxito rotundo entre los niños. El resultado final son chícharos impregnados del sabor del bacon y la cebolla, una guarnición sencilla pero llena de carácter que convierte una legumbre humilde en el protagonista de la comida.

© SomosTV LLC-NC / Photo: © Taste.com

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