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El valor de criar niños independientes

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La crianza de niños y nietos representa uno de los desafíos más complejos y gratificantes que enfrentan las familias. Entre las múltiples facetas que conforman este proceso -desde la elección del estilo educativo hasta el desarrollo de la inteligencia emocional- destaca especialmente el cultivo de la independencia infantil. La Dra. Carla Allan, PhD, psicóloga y jefa de división de Psicología en Phoenix Children's, ofrece una perspectiva fundamentada sobre este aspecto crucial del desarrollo.

"Cuando las familias priorizan la independencia, los niños ganan confianza, construyen habilidades esenciales para la vida y aprenden a confiar en su propio criterio", explica la Dra. Allan. Este enfoque no implica abandonar a los niños a su suerte, sino todo lo contrario: "Todo esto ocurre mientras mantienen la conciencia de que cuentan con una red de seguridad si la necesitan".

La especialista aclara un malentendido común: "Los niños independientes aprenden a ayudarse a sí mismos no porque sean ignorados, sino porque reciben apoyo de la manera correcta en el momento adecuado". Según su experiencia, fomentar la independencia se trata esencialmente de "preparar a los niños para la vida adulta, paso a paso, con una guía que crece junto con ellos".

Estrategias Prácticas para Desarrollar la Autonomía Infantil

1) Ofrecer opciones y oportunidades de decisión Esta estrategia básica pero poderosa apoya tanto la autonomía como la cooperación. Para niños pequeños, la Dra. Allan sugiere preguntas simples como "¿Prefieres recoger primero tus peluches o tus carritos de juguete?". Para niños en edad escolar, las preguntas pueden evolucionar hacia "¿Cuál es tu plan para limpiar tu habitación?".

Estas elecciones no son meramente prácticas; responden a etapas cruciales del desarrollo psicosocial. Como explica la psicóloga, cada decisión ayuda a los niños a navegar entre la autonomía y la duda, entre la iniciativa y la culpa, o entre la industria y la inferioridad, según la teoría de Erikson.

2) Implementar tareas apropiadas y valorar el esfuerzo " incluso los niños más pequeños disfrutan sintiéndose útiles y valorados", señala la Dra. Allan. La clave reside en asignar responsabilidades adecuadas a su desarrollo y, una vez completadas, elogiar el esfuerzo rather than el resultado.

Un ejemplo concreto: "Gracias por limpiar esos estantes! Realmente me ahorraste tiempo". La especialista reconoce que "podría ser más rápido hacerlo uno mismo cuando son pequeños, pero permitir que los niños intenten desarrollar habilidades les ahorrará tiempo a largo plazo".

3) Destacar y reforzar los momentos de autonomía

Reconocer explícitamente los comportamientos independientes fortalece su repetición. "Si un niño ayuda a su familia en el supermercado, tómese un momento para reconocerlo y conectarlo con los valores familiares", recomienda la Dra. Allan. "Estos pequeños momentos refuerzan los comportamientos que desea que su hijo desarrolle".

4) Utilizar el reconocimiento público estratégicamente

Los entornos sociales ofrecen oportunidades únicas para validar el crecimiento infantil. " aproveche las oportunidades para discutir el esfuerzo o crecimiento de su hijo frente a familiares y amigos, ya que los niños responden al reconocimiento", sugiere la psicóloga. En una cena familiar, por ejemplo, se podría mencionar cómo el niño está dedicando esfuerzos significativos para aprender un nuevo pasatiempo o habilidad. Este reconocimiento no solo valida el esfuerzo actual sino que motiva la persistencia futura.

5) Permitir consecuencias naturales como herramienta de aprendizaje

Frente a la tentación de proteger o sermonear, la Dra. Allan propone una aproximación diferente: "Siempre que sea apropiado, permita que los niños experimenten la consecuencia natural de sus elecciones sin intervenir para rescatarlos". Y añade: "A menudo aprendemos más a través de la experiencia que de la explicación, por lo que es importante resistir el impulso de sermonear". Este enfoque requiere discernimiento para aplicar consecuencias que sean educativas pero no perjudiciales.

6) Reconocer el valor único de cada figura educativa

Este aspecto resulta particularmente relevante para los abuelos que puedan cuestionar su relevancia en la crianza contemporánea. La Dra. Allan es categórica: "Se necesita una aldea para criar niños independientes. Los abuelos juegan un papel vital como mentores", explica, "especialmente durante el tiempo en que los niños pueden alejarse de sus padres y buscar apoyo en otros lugares". Su perspectiva única y experiencia vital constituyen un recurso invaluable para el desarrollo infantil.

El Impacto a Largo Plazo de la Independencia Temprana: La inversión en autonomía infantil trasciende la conveniencia inmediata.

Los niños que crecen desarrollando confianza en sus capacidades suelen convertirse en adultos más resilientes y adaptables. Aprenden que los desafíos son oportunidades para el crecimiento y que los errores constituyen parte natural del aprendizaje.

Como concluye la Dra. Allan, al tomar un papel activo en ayudar a su hijo o nieto a crecer de manera independiente, "se está ayudando tanto a usted mismo como a ellos a corto y largo plazo". En aquellos momentos en que el proceso se vuelve desafiante, recordar este propósito fundamental puede renovar la energía y convicción necesarias para persistir en este enfoque educativo.

© SomosTV LLC-NC / Photo: © August de Richelieu

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