
Cómo hablar con los niños sobre eventos traumáticos en la era digital
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La velocidad con la que se propagan imágenes de eventos violentos en internet ha transformado la forma en que los niños y adolescentes acceden a información sobre sucesos traemáticos. Material gráfico puede circular globalmente en cuestión de minutos, exponiendo a menores a contenido perturbador sin mediación alguna.
Expertos en desarrollo infantil advierten que ignorar esta realidad no constituye una estrategia viable. Jodi Quas, profesora de psicología de la Universidad de California, Irvine, señala a Associated Press que "suponer que los niños no están siendo expuestos a esto no es un buen enfoque. Los niños conversan en la escuela, escuchan a profesores, overhead conversaciones de adultos y de sus propios padres". Esta exposición se ve intensificada por la conectividad constante que proporcionan teléfonos y tablets, incluso cuando los padres implementan controles parentales.
Kris Perry, directora ejecutiva de Children and Screens: Institute of Digital Media and Child Development, añade que "en el contexto de redes sociales, los algoritmos son tan sofisticados y el feed está tan personalizado que debemos asumir que nuestro hijo ha estado expuesto a este evento through una fuente que nosotros no elegimos".
Estrategias para abordar conversaciones difíciles con jóvenes Frente a esta realidad, los especialistas recomiendan un abordaje consciente y estructurado. El primer paso consiste en evaluar qué sabe el niño exactamente, sin partir de suposiciones. Riana Elyse Anderson, profesora asociada de trabajo social en Columbia University, explica que "los jóvenes podrían estar viendo imágenes reales del evento, o material alterado mediante edición o software de IA. Es crucial entender qué creen que saben".
Los adultos deben prepararse emocionalmente antes de iniciar estas conversaciones. Perry recomienda que "los padres deben detenerse, respirar y estar listos -ponerse su propia mascarilla de oxígeno, como se dice- para procesar sus propios sentimientos antes de hablar con sus hijos, así estarán más estables y podrán escuchar con atención siendo menos reactivos".
Quas enfatiza el papel modelador de los padres: "Si los padres están muy agitados, tan angustiados que no pueden regular sus propias emociones, no importa qué le digan a los niños. Los niños van a tener miedo".
Kait Gillen, madre de un niño de 10 años, relata su experiencia cuando su hijo presenció las alertas sobre el ataque en su teléfono: "Se visibly alteró y quería saber quién lo había hecho". Gillen reconoce que "por mucho que quiera protegerlo... él va a estar expuesto. No puedo evitarlo. Pero lo que sí puedo hacer es darle herramientas para entender y procesar lo que siente".
Los expertos coinciden en que estas conversaciones deben entenderse como procesos continuos, no como intervenciones aisladas. La exposición a contenido perturbador requiere acompañamiento constante, validación emocional y espacios seguros para que los jóvenes expresen sus preocupaciones a medida que procesan la información en diferentes etapas de su desarrollo.
© SomosTV LLC-NC / Photo: © Fabrizio Sciami
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