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Diabetes infantil tipo 1 podría detectarse por la microbiota

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Una investigación conjunta de la Universidad de Linköping (Suecia) y la Universidad de Florida (EE.UU.) analizó la composición bacteriana intestinal de 403 niños de un año de edad. Publicado en 'Nature Communications', el estudio demuestra que quienes presentan alto riesgo genético de desarrollar diabetes tipo 1 poseen una microbiota diferenciada frente a niños con bajo riesgo.

Los científicos identificaron variantes genéticas HLA (genes relacionados con el sistema inmunitario) como principales indicadores de predisposición. Al compararlas con muestras fecales, observaron ausencias significativas: "Ciertas especies bacterianas no se encontraron en absoluto en niños con alto riesgo genético, pero sí en aquellos con bajo o ningún riesgo", explica Johnny Ludvigsson, autor principal del trabajo.

Este hallazgo sugiere dos interpretaciones complementarias:

-Especies bacterianas específicas podrían ejercer efectos protectores contra la enfermedad

-El perfil genético de alto riesgo crearía un ambiente intestinal incompatible con la supervivencia de dichas bacterias

La investigación destaca por incluir por primera vez una población general con todos los niveles de riesgo (alto, neutro y bajo), a diferencia de estudios previos que solo analizaban grupos de alto riesgo. Esto permite establecer comparaciones más precisas sobre cómo interactúan factores hereditarios y ambientales.

La diabetes tipo 1, enfermedad autoinmune que suele manifestarse en infancia o adolescencia, requiere tratamiento de por vida con insulina.

Si bien se sabía que factores ambientales y genéticos confluían en su desarrollo, el papel concreto de la microbiota intestinal como posible desencadenante o protector permanecía menos explorado.

"Puede ser que ciertas especies no puedan sobrevivir en individuos con alto riesgo genético", señala Ludvigsson. Esta hipótesis abre líneas de investigación para futuros tratamientos preventivos mediante modulación bacteriana.

El estudio subraya la conexión entre microbioma y sistema inmunitario durante la maduración temprana. La ausencia de bacterias específicas en niños predispuestos genéticamente podría afectar procesos inmunológicos clave, facilitando respuestas autoinmunes contra células pancreáticas productoras de insulina.

Estos hallazgos no implican determinismo biológico. Como concluye el artículo, "un mayor riesgo genético no es suficiente para causar la enfermedad", requiriéndose siempre factores ambientales desencadenantes donde la microbiota intestinal aparece como elemento modulador crítico.

© SomosTV LLC-NC / Photo: © University of Florida

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