
No temas demostrarles tu afecto
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Carlos González, pediatra español especializado en lactancia materna y crianza respetuosa, cuestiona las antiguas creencias que limitaban la expresión de afecto hacia los niños bajo pretextos de "autoridad" o "respeto". Con una trayectoria que incluye la fundación de la Asociación Catalana Prolactancia Materna (ACPAM) en 1991 y la publicación de múltiples libros traducidos a varios idiomas, González plantea una reflexión sobre cómo los adultos pueden mejorar su forma de relacionarse con los menores.
"Algunos padres caen en el error de creer que es malo mostrar afecto a los niños, que no hay que cogerlos en brazos o consolarlos cuando lloran", señala el especialista. Su perspectiva desafía prácticas tradicionales que asociaban la educación rigurosa con la formación del carácter, destacando que el respeto no debe confundirse con la distancia emocional.
González aclara que respetar a los niños implica:
-Evitar ignorar sus necesidades emocionales
-No recurrir a gritos, insultos o castigos físicos
-Validar sus expresiones y opiniones, aunque sean menores
El pediatra utiliza un ejemplo cotidiano para ilustrar su enfoque: la petición de un caramelo. "No es lo mismo atender a un niño que darle todo lo que pide", explica. La diferencia radica en cómo se comunica la decisión, ya sea positiva o negativa.
"Podemos negar el caramelo diciendo 'no, cariño, son malos para los dientes' o gritar '¡eres un caprichoso!'. La misma situación puede ser una enseñanza de autocuidado o una experiencia de humillación", detalla. Este matiz, según González, marca la diferencia en cómo los niños internalizan las normas y su valoración personal.
Crianza sin expectativas
Uno de los puntos más provocadores de su planteamiento cuestiona la idea de que los hijos deben "retribuir" el esfuerzo parental. "No tenemos derecho a exigir un pago por nuestros cuidados", afirma. González argumenta que la paternidad debería enfocarse en el crecimiento personal de los adultos, no en moldear el carácter futuro de los menores.
"Debemos esforzarnos por ser buenos padres, pero nuestros hijos saldrán como salgan. No somos responsables de su conducta futura, sino de nuestra actitud presente", sostiene. Esta perspectiva libera a padres e hijos de cargas imposibles, aunque requiere abandonar la fantasía de control sobre el desarrollo infantil.
Con más de 100 cursos impartidos a profesionales de la salud, el trabajo de González trasciende el ámbito doméstico. Su énfasis en la lactancia materna y la alimentación complementaria siempre incorpora este enfoque relacional, demostrando que los cuidados físicos y emocionales son inseparables en el desarrollo infantil.
© SomosTV LLC-NC / Photo: © Freerange Stock
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