Lee las etiquetas de los alimentos para tus niños antes de comprarlos
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Lucia
Con la ajetreada vida moderna, es común que los padres se enfrenten a la tarea de hacer las compras en el supermercado con poco tiempo disponible. Sin embargo, un aspecto crucial que no debe pasarse por alto es la lectura de las etiquetas de los alimentos, especialmente cuando se trata de seleccionar productos para los niños. Expertos advierten sobre la necesidad de prestar atención a las composiciones y valores energéticos de los alimentos, ya que esto contribuye a ofrecerles una dieta equilibrada y saludable.
Según la Academia Americana de Pediatría y la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA), entender las etiquetas nutricionales ayuda a los padres a elegir alimentos según su valor nutricional real, evitando caer en la tentación de la publicidad o los envases llamativos dirigidos a los niños.
Estas etiquetas proporcionan información clave, como el número de porciones por envase, el tamaño de cada porción, el total de calorías y el porcentaje de nutrientes que aporta cada porción diaria. Este conocimiento permite a los padres tomar decisiones informadas sobre la alimentación de sus hijos.
Es crucial escoger productos que ofrezcan un alto porcentaje de nutrientes esenciales como fibra, potasio, calcio, hierro, vitaminas A y C, y proteínas. Por otro lado, se debe limitar o evitar aquellos alimentos con alto contenido de grasas trans, grasas saturadas, colesterol, sodio y azúcares. Es recomendable que estos últimos no superen el 5% del valor diario.
La lista de ingredientes también es importante. Los ingredientes se enumeran por orden de contenido, lo que significa que el primer ingrediente es el que predomina en el producto. Además, los padres deben ser conscientes de que los términos como "sabor a mora" pueden no indicar necesariamente la presencia real de la fruta en el producto.
Según los expertos, es fundamental evitar productos que contengan aditivos químicos o sustancias desconocidas, ya que estos son indicativos de alimentos ultraprocesados que pueden ser perjudiciales para la salud.
Algunos errores comunes que se cometen al comprar alimentos incluyen confiar en productos que ofrecen información engañosa sobre su valor nutricional. Por ejemplo, hay yogures o leches en polvo que en realidad son bebidas lácteas hechas a base de suero y azúcares, o bebidas azucaradas que se publicitan como jugos de fruta pero contienen poco contenido real de fruta y altos niveles de aditivos.
Los expertos también alertan sobre las leches de fórmula, que suelen contener una cantidad considerable de aditivos y azúcares sintéticos. En este sentido, recomiendan mantener la lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses y extenderla junto con la alimentación complementaria según las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud.
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