Cómo afecta el ruido a los niños (y II)
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Lucia
Muchos padres saben que el ruido fuerte puede dañar la audición de un niño. Los sonidos muy fuertes (de fuegos artificiales o armas de fuego, por ejemplo) pueden causar daños inmediatos. El uso de dispositivos personales de escucha (auriculares) para música, vídeos y clases también puede causar daños si son demasiado ruidosos, dicen desde la Academia Americana de Pediatría.
Sueño
El ruido suele interferir con el sueño. Según la Organización Mundial de la Salud, millones de personas tienen dificultades para conciliar el sueño a causa del ruido nocturno del tráfico rodado y otras fuentes. Estudios realizados principalmente en adultos demuestran que incluso los niveles bajos de ruido ambiental nocturno provocan más movimientos corporales, desvelos y otras alteraciones del sueño. Todo esto ocurre aunque la persona que duerme no sea consciente de ello.
Dormir mal puede provocar somnolencia diurna y afectar al aprendizaje de los niños.
Estrés
Demasiado ruido puede hacer que el cuerpo de una persona responda al estrés. Lo vemos, por ejemplo, en los bebés prematuros de las unidades de cuidados intensivos neonatales (UCIN). Cuando a estos bebés se los expone a alarmas, teléfonos, respiradores, dispositivos de bombeo, monitores e incubadoras, pueden producirse cambios en su respiración, ritmo cardíaco y niveles de oxígeno. En los niños, el ruido puede aumentar la presión sanguínea y, en los adultos, la exposición prolongada al ruido aumenta incluso el riesgo de sufrir un ataque cardíaco.
¿Cómo afecta el ruido a los niños con sensibilidades especiales?
Algunos niños con sensibilidades especiales, como por ejemplo el trastorno del espectro autista (TEA), el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), los trastornos del procesamiento sensorial o con dificultades de aprendizaje, pueden experimentar molestias por sonidos o ruidos que por lo general no inquietan a los niños que no padecen estas afecciones.
Cómo reducir el ruido ambiental: 7 consejos
Es necesario investigar más para saber qué efectos produce el ruido a lo largo de la vida. Por el momento, disponemos de información suficiente para tomar medidas que reduzcan la exposición de los niños. Muchas UCIN, hospitales, escuelas y guarderías han trabajado para reducir los niveles de ruido.
Como padre o madre, usted también puede tomar medidas para reducir la exposición de la familia al ruido ambiental. Algunos consejos:
Reduzca el volumen de los televisores, las computadoras y las radios. Apague los dispositivos cuando no los use.
El silencio es importante para la salud y el aprendizaje. Prepare una habitación tranquila en casa para jugar y realizar otras actividades familiares.
Si su familia se muda a una casa nueva, tenga en cuenta el nivel de ruido del vecindario. A la hora de decidir dónde vivir, infórmese, por ejemplo, de la trayectoria de los vuelos del aeropuerto o de los aerogeneradores cercanos.
Si su familia sale a comer fuera, elija un restaurante más tranquilo para que sea más fácil hablar entre todos.
Si su hijo padece una enfermedad como el TEA o el TDAH, considere la posibilidad de usar auriculares con cancelación de ruido o protectores auditivos que reducen los ruidos externos perjudiciales.
Con frecuencia, se emplean máquinas para dormir a los niños (máquinas de "ruido blanco") para cancelar el ruido ambiental. Algunas máquinas pueden producir niveles de ruido peligrosos. Si usa una máquina para dormir, colóquela lo más lejos posible de la cabeza del bebé y solo por poco tiempo.
Recuerde también que los auriculares, los audífonos y otros dispositivos personales pueden ser fuentes de ruidos fuertes y perjudiciales. Si sus hijos están cerca, deberían poder oír lo que usted dice incluso cuando usan los dispositivos. Si no es así, dígales que bajen el volumen.
© SomosTV LLC-NC / Photo: © Woodleywonderworks-Flickr
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