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¿Qué es la crianza receptiva y cómo puede ayudar a combatir obesidad infantil?

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Un estudio reciente publicado en JAMA Pediatrics sugiere que los niños cuyos padres adoptan un estilo de crianza receptiva durante sus primeros años de vida tienen más probabilidades de mantener un peso saludable. La investigación, dirigida por Jennifer Savage Williams, directora del Centro de Investigación sobre la Obesidad Infantil de la Universidad Estatal de Pensilvania, encontró que estos niños presentaban un índice de masa corporal (IMC) significativamente más bajo hasta la niñez media en comparación con aquellos que no recibieron este tipo de crianza.

El estudio incluyó a 232 parejas de madres e hijos, divididas en dos grupos. La mitad de las madres recibió lecciones de crianza receptiva, que incluían visitas domiciliarias y orientación sobre cómo responder a las necesidades emocionales y físicas de sus hijos. La otra mitad recibió información general sobre cómo hacer sus hogares más seguros para los niños.

Los resultados mostraron que los niños criados con un enfoque receptivo tenían un IMC más bajo entre los 3 y 9 años, con un beneficio particularmente notable en las niñas, cuyo IMC promedio fue un punto más bajo (16.3 frente a 17.3). Sin embargo, a los 9 años, los efectos positivos de la crianza receptiva desaparecieron, lo que sugiere que las influencias externas, como el entorno que promueve la obesidad, pueden contrarrestar estos beneficios con el tiempo.

¿Qué es la crianza receptiva?

La crianza receptiva es un enfoque educativo y de cuidado parental que se centra en responder de manera sensible, consistente y adecuada a las necesidades emocionales, físicas y sociales de los niños. Este estilo de crianza promueve un vínculo seguro entre padres e hijos, fomentando el desarrollo saludable del niño en aspectos cognitivos, emocionales y sociales.

Características de la crianza receptiva:

Sensibilidad emocional:

-Los padres están atentos a las señales emocionales del niño y responden de manera empática.

-Reconocen y validan los sentimientos del niño, ayudándole a entender y gestionar sus emociones.

Consistencia y predictibilidad:

-Establecen rutinas y límites claros, lo que proporciona seguridad y estabilidad al niño.

-Las respuestas son coherentes y predecibles, evitando confusiones.

Comunicación abierta:

-Fomentan el diálogo y la expresión de ideas y sentimientos por parte del niño.

-Escuchan activamente y muestran interés en lo que el niño tiene que decir.

Apoyo al desarrollo:

-Proporcionan un ambiente enriquecedor que estimula el aprendizaje y la exploración.

-Acompañan al niño en sus logros y desafíos, ofreciendo guía sin sobreproteger.

-Respeto por la individualidad:

-Reconocen y respetan las características únicas del niño, adaptando su estilo de crianza a su temperamento y necesidades.

-Evitan comparaciones y fomentan la autoestima y la autonomía.

Beneficios de la crianza receptiva:

-Vínculo seguro: Fortalece la relación entre padres e hijos, creando un apego saludable.

-Desarrollo emocional: Ayuda al niño a regular sus emociones y a desarrollar empatía.

-Autonomía y confianza: Fomenta la independencia y la autoestima del niño.

-Habilidades sociales: Facilita la capacidad del niño para relacionarse con otros de manera positiva.

-Rendimiento cognitivo: Promueve un mejor desempeño académico y habilidades de resolución de problemas.

Ejemplos de prácticas en la crianza receptiva:

-Responder con calma y comprensión cuando el niño está frustrado o enojado.

-Celebrar los logros del niño, por pequeños que sean.

-Establecer límites claros y explicar las razones detrás de las reglas.

-Dedicar tiempo de calidad para jugar, leer o conversar con el niño.

© SomosTV LLC-NC / Photo: © Shanalan Photographers LLC

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