![](https://semillitas.com/wp-content/uploads/2025/02/03-Lo-que-hicieron-los-padres-de-ninos-exitosos.jpg)
Lo que hicieron los padres de niños exitosos
publisher
mcora
Criar a un hijo es una tarea compleja y llena de desafíos. Desde el momento en que nacen, los niños dependen de sus padres para guiarles en cada etapa de su desarrollo. A lo largo de este proceso, surgen preguntas e incertidumbres: ¿Estoy tomando las decisiones correctas? ¿Estoy preparando a mi hijo para el futuro? Estas dudas reflejan la enorme responsabilidad que implica la crianza.
Aunque no existe un manual universal para criar a un niño, un estudio realizado con más de 200 niños identificó nueve prácticas comunes entre los padres de aquellos que alcanzaron un desarrollo exitoso. Estas estrategias no son reglas estrictas, sino principios que pueden marcar una diferencia significativa en la vida de los niños.
1) Trabajaron en sí mismos
Los padres de niños exitosos entendieron que su comportamiento influía directamente en la resiliencia de sus hijos. Modelaron fortaleza mental y emocional al manejar el estrés de manera consciente frente a sus hijos. Esto les permitió enseñarles, con el ejemplo, cómo enfrentar dificultades sin perder la calma.
2) Evitaron el exceso de elogios vacíos
En lugar de decir constantemente "¡buen trabajo!", estos padres optaron por frases que fomentaban la reflexión, como “deberías estar muy orgulloso de ti mismo” o “trabajaste muy duro en esto, ¿cómo te sientes?”. Este enfoque ayudó a los niños a desarrollar motivación intrínseca y a sentirse orgullosos de sus propios logros, sin depender de la validación externa.
3) Priorizaron la relación con sus hijos
A través del tiempo de calidad, la escucha activa y las experiencias compartidas, estos padres lograron que sus hijos se sintieran valorados, seguros y comprendidos. Este vínculo fortalecido fomentó la confianza de los niños y su capacidad para asumir riesgos, sabiendo que tenían el apoyo de sus padres.
4) Evitaron el castigo
En lugar de recurrir al castigo, estos padres permitieron que las consecuencias naturales enseñaran lecciones a sus hijos. Por ejemplo, si un niño olvidaba sus deberes, debía explicarlo a su profesor. Este enfoque ayudó a los niños a aprender sobre responsabilidad y resolución de problemas de manera autónoma.
5) No recompensaron el rendimiento académico
Estos padres no premiaron las notas altas, sino que se enfocaron en cultivar el amor por el aprendizaje. Dejaron claro que el valor de sus hijos no estaba definido por sus calificaciones, sino por su curiosidad y esfuerzo. Esto ayudó a los niños a desarrollar una relación saludable con el conocimiento.
6) Fomentaron la curiosidad
Valoraron más las preguntas que las respuestas. Animaron a sus hijos a preguntar "¿por qué?" y "¿cómo?", lo que les permitió desarrollar pensamiento crítico y habilidades de liderazgo. Esta práctica les enseñó a cuestionar el mundo y a buscar soluciones creativas.
7) Permitieron que sus hijos les enseñaran
Brindaron a sus hijos la oportunidad de explicarles cosas, ya fuera sobre un tema que habían aprendido en la escuela o sobre un interés personal. Esto fortaleció la autoestima de los niños y les hizo sentirse valorados y capaces.
8) Hicieron de la lectura un hábito diario
Incorporaron la lectura en su rutina diaria, fomentando la creatividad y el conocimiento. Este hábito no solo mejoró las habilidades lingüísticas de los niños, sino que también les abrió puertas a nuevos mundos e ideas.
9) Enseñaron a sus hijos a aceptar sus emociones
Validaron los sentimientos de sus hijos y les ayudaron a procesarlos. En lugar de reprimir o ignorar las emociones, les enseñaron a reconocerlas y manejarlas de manera saludable. Esto desarrolló su inteligencia emocional y resiliencia, preparándolos para enfrentar desafíos en el futuro.
© SomosTV LLC-NC / Photo: © Bing IG
Comentarios