
La importancia de las relaciones maestros-niños en la transición al kínder
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El paso del preescolar al kínder representa un desafío significativo para muchos niños. Nuevos rostros, rutinas diferentes y mayores exigencias académicas pueden generar estrés, especialmente en el desarrollo socioemocional y las habilidades de autorregulación. Un estudio reciente realizado por investigadores de la Universidad de Virginia, publicado en Early Childhood Research Quarterly, revela que la calidad de las interacciones entre maestros y alumnos juega un papel crucial en esta transición.
El equipo de investigación, liderado por Virginia Vitiello del Centro para el Estudio Avanzado de la Enseñanza y el Aprendizaje, analizó a casi 1,400 niños de prekínder público en Fairfax, Virginia, con perfiles socioeconómicos y lingüísticos diversos. Los resultados mostraron que, en promedio, los niños experimentaron una disminución en la calidad de las interacciones con sus maestros al ingresar al kínder, así como una reducción en la cercanía emocional con ellos.
"Sabemos que hay grandes diferencias entre las experiencias de los niños en prekínder y kínder, pero no estábamos seguros de cómo estas afectaban su desarrollo", explicó Vitiello. "Este estudio demuestra que cuando los niños pierden esa conexión cercana con sus maestros, su adaptación se ve perjudicada, especialmente en los primeros meses".
Los efectos fueron más pronunciados en los niños, quienes mostraron mayores dificultades en habilidades sociales, participación en actividades y comportamiento. Los niños afroamericanos y latinos en prekínder público fueron particularmente vulnerables, aunque aún no está claro si esto se debe a que son más sensibles a los cambios o a posibles sesgos en las percepciones de los maestros.
Los hallazgos del estudio subrayan la necesidad de políticas educativas que prioricen las relaciones maestro-niño, especialmente durante el crítico período de adaptación al kínder. "Las interacciones de alta calidad les brindan a los niños seguridad, rutinas predecibles y oportunidades para involucrarse activamente en el aprendizaje", señaló Vitiello. "Cuando esa cercanía se pierde, algunos niños reaccionan retrayéndose socialmente o mostrando problemas de comportamiento".
Entre las recomendaciones clave del estudio se encuentran:
-Fortalecer los vínculos entre maestros y familias: Realizar visitas al hogar o reuniones previas al inicio del año escolar puede ayudar a establecer relaciones más sólidas desde el principio.
-Capacitación docente: Programas de desarrollo profesional enfocados en mejorar las interacciones en el aula, con estrategias para fomentar conexiones cálidas y apoyo emocional.
-Enfoque en el desarrollo socioemocional: Priorizar estas habilidades en prekínder, especialmente en niños que podrían enfrentar mayores desafíos durante la transición.
"Los maestros suelen pedir más tiempo al inicio del año para que los niños se adapten", agregó Vitiello. "Necesitamos escucharlos y darles ese espacio para construir relaciones significativas".
Aunque el estudio se centró en niños que asistieron a prekínder público, los investigadores destacan la necesidad de ampliar la investigación para incluir a aquellos con diferentes niveles de exposición a adversidades y en diversos contextos geográficos. "Una transición positiva no solo ayuda a mantener los logros del preescolar, sino que también sienta las bases para el éxito académico y social a largo plazo", concluyó Vitiello.
© SomosTV LLC-NC / Photo: © YMCA of Fort Worth
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