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¿Crea adicción el azúcar en niños? Responde psicólogo

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El consumo de azúcar en la infancia ha sido objeto de debate durante años, tanto en el ámbito científico como en el social. Mientras algunas familias optan por prohibir los productos azucarados, otras no establecen límites, argumentando que crecieron consumiéndolos sin problemas. Sin embargo, el consenso médico es claro: el exceso de azúcar tiene consecuencias negativas para la salud de los niños. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recomendado repetidamente reducir el consumo de productos poco saludables, como las bebidas azucaradas, y ha destacado que en países como España se consume el doble de la cantidad recomendada.

A nivel científico, se ha demostrado que reducir el consumo de azúcar durante los primeros dos años de vida mejora la salud a largo plazo.

Pero más allá de sus efectos físicos, surge una pregunta recurrente: ¿el azúcar puede considerarse una droga? Esta cuestión ha sido abordada por Alberto Soler, psicólogo especializado en crianza y coautor del libro “La gran guía de la crianza”. En una publicación reciente, Soler señaló que, aunque pueda parecer exagerado, el azúcar ha sido vinculado con mecanismos similares a los de las drogas en estudios científicos.

Claudia Narbona, experta en alimentación y nutrición de la Academia de Nutrición y Dietética de la Universidad Central de Chile, ha afirmado en su artículo “Azúcar, dulce y letal droga alimentaria” que “el azúcar produce más síntomas de los necesarios para ser considerada una sustancia adictiva”. Según Narbona, estudios con animales han demostrado que el consumo de azúcares añadidos tiene efectos similares a los de drogas como la nicotina, la cocaína, la heroína y el alcohol, con un poder adictivo igual o incluso mayor.

Alberto Soler también ha hecho referencia a investigaciones que analizan el impacto del azúcar en animales y seres humanos. “En animales se ha observado fenómenos como tolerancia, craving o incluso abstinencia cuando se les retira el azúcar”, explicó. En humanos, el consumo de azúcar libera dopamina, activando los circuitos de recompensa cerebral de manera similar a como lo hacen las drogas. “Si a un ser humano, niño o adulto, se le retira el azúcar, ocurre algo parecido, especialmente con alimentos hiperpalatables, que tienen mucho azúcar, mucha grasa y pocas vitaminas”, añadió Soler. Estos alimentos pueden llevar a patrones de consumo compulsivo, especialmente en situaciones de estrés o malestar emocional.

Sin embargo, Soler aclara que “la adicción al azúcar como tal no está reconocida oficialmente”. A diferencia de otras adicciones, como la adicción al juego, el azúcar no aparece en manuales diagnósticos como el DSM. “Esto no significa que no haya comportamientos con el azúcar que puedan ser preocupantes”, advierte el psicólogo, recordando que su consumo activa los circuitos de recompensa cerebral. Además, la ciencia ha demostrado que el azúcar afecta el comportamiento y la concentración de los niños.

La conclusión el especialista es que aunque el azúcar no puede clasificarse oficialmente como una droga, su consumo excesivo es un problema real. Alberto Soler recomienda “controlar un poquito más” su ingesta, tanto en niños como en adultos, para evitar sus efectos negativos. Este enfoque equilibrado, basado en la evidencia científica, puede ayudar a las familias a tomar decisiones más informadas sobre la alimentación de sus hijos.

© SomosTV LLC-NC / Photo: © Bing IG

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