
Caídas frecuentes en niños: ¿indican problemas en los pies?
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Si tu hijo o hija ha comenzado la escuela y notas que se cae con frecuencia, es posible que no se trate simplemente de torpeza, sino de un problema en los pies o de un calzado inadecuado. El Colegio Oficial de Podólogos de la Comunidad Valenciana (ICOPCV) ha destacado la importancia de prestar atención a la salud de los pies de los niños, especialmente durante la etapa de crecimiento, ya que problemas no detectados a tiempo pueden derivar en complicaciones futuras.
Entre las patologías más comunes en los pies de los niños se encuentran los contagios por hongos o verrugas, alteraciones en las uñas, pies planos, pies valgos (cuando los pies miran hacia dentro al caminar), pies varos (cuando la punta de los pies apunta hacia dentro) y pies cavos (caracterizados por un arco excesivo). Estas condiciones pueden afectar la forma de caminar y, en algunos casos, provocar caídas frecuentes.
Maite García, presidenta del ICOPCV, explica que "una cuestión que puede alertarnos de la posibilidad de problemas en los pies de los más pequeños es que padezcan caídas con frecuencia. Si bien estas son comunes cuando están iniciando la marcha, en niños un poco más mayores pueden deberse a un mal apoyo del pie o a alteraciones en el desarrollo del aparato locomotor". García añade que, si estos problemas se detectan a tiempo, un podólogo puede aplicar tratamientos o medidas correctivas para evitar complicaciones en el futuro.
Además de las caídas frecuentes, otros signos que pueden indicar problemas en los pies incluyen alteraciones en las uñas (como rugosidad, engrosamiento o cambios de color), la tendencia a descalzarse continuamente o caminar con los pies hacia dentro o hacia fuera.
Recomendaciones para el cuidado de los pies de los niños
El ICOPCV ofrece una serie de recomendaciones para garantizar la salud de los pies de los niños, especialmente al inicio del curso escolar:
-Revisión podológica: Antes de comprar calzado nuevo, es aconsejable realizar una revisión con un podólogo para descartar contagios por hongos, verrugas o alteraciones en la marcha derivadas del uso de calzado inadecuado durante el verano.
-Evitar calzado usado: No se recomienda utilizar zapatos que hayan sido usados por otro niño, ya que estos pueden haber adoptado la forma del pie del primer usuario, lo que podría provocar malos apoyos, deformaciones o alteraciones en la forma de caminar.
-Calzado transpirable: Los zapatos deben estar fabricados con materiales naturales que permitan la transpiración, evitando así el exceso de sudoración.
-Ligereza y comodidad: El calzado debe ser ligero y no tener costuras interiores que puedan causar rozaduras. Además, la puntera debe ser ancha y alta para evitar que los dedos queden comprimidos.
-Sujeción adecuada: Los zapatos deben garantizar una buena sujeción mediante cordones, hebillas o velcros. También es recomendable que la zona del talón y la caña del zapato estén acolchadas para mayor comodidad al caminar.
-Suela adecuada: La suela debe ser antideslizante, flexible pero indeformable, y contar con un tacón de entre dos y tres centímetros. Se debe evitar el uso de calzado excesivamente plano.
La importancia de la prevención
Detectar y tratar a tiempo los problemas en los pies de los niños no solo previene caídas frecuentes, sino que también ayuda a evitar complicaciones futuras en su desarrollo locomotor. Una revisión podológica al inicio del curso escolar, junto con la elección de un calzado adecuado, son pasos esenciales para garantizar la salud y el bienestar de los más pequeños.
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