
Problemas de sueño en la edad preescolar dejarán secuelas
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El sueño es imprescindible para salud humana, y no sólo para los adultos. Se ha demostrado que los trastornos del sueño incluso en la primera infancia pueden provocar secuelas en la edad adulta. No dormir bien en la edad preescolar podría originar diferentes problemas de conducta futuros, además de otro tipo de consecuencias muy poco saludables, dice Noticias SIN.
Estos pequeños, si no duermen lo suficiente, son más vulnerables a padecer dificultades para procesar información de forma adecuada, controlar sus emociones a medida que van creciendo e incluso presentar déficit de atención.
Estas conclusiones se han obtenido a partir de diferentes estudios realizados en el Hospital General de Niños de Massachusetts por un grupo de científicos. Los resultados han sido publicados recientemente por la revista científica Academic Pediatrics.
Los pequeños de la casa, que están entre 3 y 5 años de edad, tienen que dormir bien un tiempo aproximado entre 10 y 13 horas, incluyendo las siestas. Esto se deriva de un informe elaborado por la Asociación Americana de Medicina del Sueño (AAMS, por sus siglas en inglés).
Las siestas y su influencia en el sueño de los niños
Los niños en edad preescolar tienen mucha actividad, son muy dinámicos. Por ello necesitan dormir una siesta de aproximadamente una hora de duración, a diario. Aunque no lleguen a dormirse, este momento de la siesta pueden utilizarlo para jugar en silencio, tranquilizarse de sus tareas durante la mañana, etc...
Es conveniente establecer horarios para irse a la cama. Una vez fijada la hora, avisaremos a los pequeños cuando falte media hora, para que se vayan preparando. También a los 10 minutos, para que sepan que es el momento de acostarse. No hay que dar demasiada comida o cosas de beber por la noche en los momentos previos a que el niño se vaya a la cama. La cama solo hay que utilizarla, en el caso de los niños, para dormir. Hay que acostumbrarles a no jugar ni ver la televisión. En la cama se está para relajarse y dormir.
Permitir ponerse al niño su pijama favorito y elegir el peluche que llevará a la cama le ayudará, sobre todo en los momentos en que menos ganas tenga de retirarse a su habitación. Podemos preparar el ambiente de su habitación, poner música suave, evitar aparatos electrónicos o videojuegos, bajar las luces, utilizar una voz suave, etc.
Un déficit de sueño puede tener consecuencias que traspasan lo que sería un bajo rendimiento en la escuela o problemas conductuales. Los pequeños pueden desarrollar lo que se denomina trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), que les hace estar demasiado acelerados o con un ritmo desmesurado durante el día.
Los especialistas en la materia aseguran que este tipo de alteraciones del sueño tiene solución, y con ello pueden mejorarse los problemas de conducta asociados al mismo.
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