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Nuevo estudio reafirma consecuencias del excesivo consumo infantil del azúcar
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El consumo excesivo de azúcar en la infancia tiene efectos negativos que persisten hasta la edad adulta, según un estudio reciente publicado en la revista "Science". La investigación revela que los adultos que durante su niñez estuvieron expuestos a altos niveles de azúcares añadidos tienen un mayor riesgo de desarrollar hipertensión y diabetes tipo 2. Estos hallazgos refuerzan la idea de que el consumo de azúcar en la infancia no solo afecta la salud inmediata de los niños, sino que también sienta las bases para problemas crónicos en el futuro, leemos en NatGeo.
Tadeja Gracner, científica de la Universidad del Sur de California y coautora del estudio, explica que "si has estado expuesto a alimentos dulces a una edad temprana, es probable que los prefieras durante toda tu vida más que alguien que no lo ha estado". Esto sugiere que las preferencias alimentarias se forman en los primeros años de vida, lo que convierte a la infancia en un período crítico para establecer hábitos saludables.
Aunque el azúcar está presente de forma natural en alimentos como la fruta, gran parte del consumo infantil proviene de azúcares añadidos en productos procesados. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que los niños no consuman más de 25 gramos de azúcar al día.
Sin embargo, en países como España, los niños consumen un promedio de 55 gramos diarios, más del doble de lo recomendado. En Estados Unidos, la cifra es aún más alarmante, con un promedio de 81 gramos al día, equivalente a 17 cucharaditas de azúcar añadido.
El estudio también destaca que los niños menores de dos años no deberían consumir ningún tipo de azúcares añadidos. Para los mayores de dos años, la OMS sugiere que menos del 5% de las calorías diarias provengan de azúcares añadidos, aunque en la práctica, muchos niños superan con creces este límite.
Un experimento natural: el racionamiento de azúcar en la Segunda Guerra Mundial
Para comprender mejor los efectos a largo plazo del consumo de azúcar en la infancia, Gracner y su equipo analizaron un "experimento natural" ocurrido durante la Segunda Guerra Mundial. En el Reino Unido, el gobierno impuso restricciones estrictas al consumo de azúcar y dulces, que se mantuvieron hasta 1953. Los investigadores compararon la salud de niños nacidos justo antes del fin del racionamiento con la de aquellos nacidos después, cuando el consumo de azúcar se duplicó.
Utilizando datos sanitarios del gobierno británico, se hizo un seguimiento de la salud de unos 60.000 individuos. Los resultados mostraron que los niños expuestos a menores cantidades de azúcar durante sus primeros años tenían un 35% menos de riesgo de diabetes y un 20% menos de riesgo de hipertensión en la edad adulta. Estos hallazgos respaldan la idea de que las condiciones en los primeros años de vida tienen un impacto profundo en la salud futura.
Efectos inmediatos del azúcar en la infancia
Además de los riesgos a largo plazo, el consumo excesivo de azúcar también afecta la salud de los niños en el presente. Los alimentos azucarados son densos en calorías, lo que contribuye a la obesidad infantil. En Estados Unidos, uno de cada cinco niños padece obesidad, mientras que en España la cifra es de uno de cada diez. La obesidad está asociada con una serie de problemas de salud, incluyendo enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2.
El exceso de azúcar también está relacionado con el aumento de la resistencia a la insulina en niños. Un estudio encontró que cada ración diaria de 23 centilitros de bebidas azucaradas consumida por niños se asociaba con un aumento del 34% en la resistencia a la insulina. Por otro lado, reducir el consumo de azúcar al 10% de la dieta de niños con obesidad resultó en una disminución significativa de los niveles de insulina y la grasa hepática en solo nueve días.
Otros efectos negativos incluyen un mayor riesgo de caries y, en el caso de las niñas, una pubertad precoz. Aunque el azúcar no causa hiperactividad, como se creía en el pasado, sí puede afectar la atención y aumentar la impulsividad, según estudios realizados en ratas adolescentes.
© SomosTV LLC-NC / Photo: © Bing IG
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