
Enfrentar la frustración y negatividad en la infancia
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Isabel Bermúdez, psicóloga especializada en infancia y perinatal, plantea en La Vanguardia una reflexión sobre cómo reaccionar cuando los niños expresan frustración con frases como "soy tonto" o "todo me sale mal". En lugar de corregirlos de inmediato, sugiere escuchar primero.
"Muchos padres se asustan al escuchar estas palabras, pero no siempre indican un problema emocional grave", explica Bermúdez. Según la experta, estas expresiones suelen reflejar baja tolerancia a la frustración o autoexigencia elevada, características que en muchos casos aprenden de los adultos cercanos.
La psicóloga recomienda evitar respuestas automáticas del tipo "eso no se dice" o "no es verdad". En su lugar, propone preguntar con calma: "¿Qué ha pasado? ¿Por qué te sientes así?". Este enfoque permite entender el origen del malestar en lugar de reprimirlo.
Un aspecto clave que destaca Bermúdez es la coherencia entre lo que pedimos a los niños y lo que hacemos nosotros. "Somos el espejo donde se miran", señala, recordando que muchos pequeños repiten patrones de autocrítica que han visto en sus padres o cuidadores.
La especialista enfatiza la importancia de normalizar el error como parte natural del aprendizaje. "Todo el mundo se equivoca, lo importante es volver a intentarlo", afirma. Este mensaje, acompañado de apoyo incondicional, ayuda a los niños a desarrollar resiliencia sin caer en la autodenigración.
El planteamiento de Bermúdez invita a los adultos a revisar sus propias reacciones ante los fracasos, tanto personales como de sus hijos. En lugar de centrarse en corregir la conducta visible, propone trabajar en crear un espacio donde la frustración pueda expresarse y comprenderse, sentando las bases para una autoimagen más equilibrada.
© SomosTV LLC-NC / Photo: © Psico-up
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