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Macroestudio de Harvard: Las tareas domésticas mejoran formación y felicidad desde la infancia

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El futuro de cualquier sociedad se construye en la infancia. Esta premisa, que parece obvia, ha sido respaldada por décadas de investigación científica que analiza qué factores durante los primeros años de vida predicen el éxito y la felicidad en la edad adulta. Dos estudios monumentales —uno de la Universidad de Harvard y otro publicado en el Journal of Developmental and Behavioral Pediatrics— ofrecen respuestas concretas, alejadas de teorías abstractas o modas educativas.

Desde 1938, la Universidad de Harvard ha seguido la vida de más de 700 personas a lo largo de 85 años, generando el Estudio del Desarrollo Adulto, una investigación sin precedentes. Sus hallazgos son reveladores:

-El amor materno tiene impacto económico: Los adultos que recibieron mayor afecto de sus madres durante la infancia ganaban un 27% más que aquellos con relaciones maternas distantes.

-La figura paterna marca la salud mental: Una relación cercana con el padre se asoció a menos ansiedad y mayor satisfacción vital a los 75 años.

-Las relaciones sociales son el predictor número uno de felicidad, por encima del coeficiente intelectual o el estatus económico.

Estos datos coinciden con lo observado en la serie "Adolescencia" de Netflix, que retrata cómo el apoyo emocional en la niñez determina la capacidad de los jóvenes para enfrentar desafíos.

Tareas Domésticas: El Secreto Inesperado del Éxito

Paralelamente, el estudio Associations Between Household Chores and Childhood Self-Competency analizó a 9,000 niños desde su ingreso al jardín de infancia (entre 2010 y 2011). Los resultados, publicados en 2023, muestran que:

Los niños que realizaban tareas domésticas desde los 4 o 5 años desarrollaban:

-Mayor autoestima

-Mejor rendimiento académico (especialmente en matemáticas)

-Habilidades sociales más sólidas

Quienes no colaboraban en casa tenían 5 veces más probabilidades de estar en el percentil más bajo en:

-Rendimiento escolar

-Relaciones con compañeros

-Satisfacción personal

Álex Letosa, psicólogo y logopeda, explica por etapas qué tareas son adecuadas:

2-3 años

-Guardar juguetes

-Tirar cosas a la basura

-Ayudar a poner la mesa

4-5 años

-Alimentar mascotas

-Hacer la cama

-Preparar aperitivos sencillos

6-7 años

-Doblar toallas

-Pelar patatas

-Barrer áreas pequeñas

8-9 años

-Poner la lavadora

-Hornear galletas

-Sacar al perro

10-11 años

-Limpiar baños

-Cortar el césped

-Coser botones

12+ años

-Cocinar comidas completas

-Pintar paredes

-Cuidar hermanos menores

¿Por Qué Funciona?

La neurociencia lo explica:

-Autonomía: Realizar tareas activa el circuito prefrontal del cerebro, vinculado a la planificación y toma de decisiones.

-Empatía: Colaborar en casa enseña a identificar necesidades ajenas, reduciendo el egocentrismo.

-Resiliencia: Fallar y corregir (ej.: romper un plato al lavarlo) fortalece la tolerancia a la frustración.

El Equilibrio Clave

Los investigadores enfatizan que no se trata de sobrecargar a los niños, sino de:

-Asignar responsabilidades acordes a su edad

-Evitar recompensas materiales (el premio es la satisfacción intrínseca)

-Combinar tareas con afecto: Sin apoyo emocional, el esfuerzo pierde parte de su beneficio.

Una Cuestion de Prioridades

Mientras debates educativos se centran en tablets o actividades extraescolares, la ciencia señala algo más simple: un niño que tiende su cama y ayuda a pelar zanahorias no solo aprende a ser útil—está construyendo las bases neuronales de su futuro éxito.

Como concluye el estudio de Harvard: "Las relaciones cálidas y las responsabilidades tempranas son la materia prima de adultos competentes y sociedades más sanas". Un recordatorio poderoso en una era donde la prisa y la tecnología amenazan con eclipsar lo esencial.

© SomosTV LLC-NC / Photo: © Gustavo Fring-Pexels

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