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Demasiadas responsabilidades en la infancia deja secuelas, dicen psicólogos

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La crianza y la asignación de responsabilidades en la infancia son temas recurrentes en debates sobre desarrollo personal. Según Esther Wojcicki, experta en crianza y autora de "Cómo criar niños felices y exitosos: lecciones sencillas para obtener resultados espectaculares", citada por El Confidencial, fomentar la autonomía en los niños es positivo, pero asignarles responsabilidades excesivas en edades tempranas puede generar problemas a largo plazo. Este fenómeno, conocido como parentificación, ocurre cuando un niño asume roles que deberían corresponder a un adulto dentro de la dinámica familiar.

Una de las secuelas más comunes en adultos que experimentaron parentificación es la dificultad para identificar sus propias necesidades. Durante la infancia, estas personas suelen relegar sus emociones y deseos personales para priorizar el bienestar de otros, lo que en la adultez puede traducirse en confusión, inseguridad y una falta de identidad clara.

Otro rasgo destacado es el miedo al abandono. Esto ocurre porque su autoestima se construyó en función de la capacidad para satisfacer las necesidades de los demás, generando ansiedad en las relaciones interpersonales y un temor constante al rechazo. Además, estas personas tienden a adoptar el rol de cuidadores en cualquier entorno, un hábito profundamente enraizado desde la infancia.

La parentificación también afecta la capacidad de establecer límites personales. Quienes crecieron con esta dinámica carecieron de un modelo adecuado para aprender a proteger su espacio emocional. Asimismo, pedir ayuda puede percibirse como un signo de debilidad, ya que estos individuos aprendieron desde pequeños a ser autosuficientes para manejar situaciones que excedían su edad.

Otra conducta común es la necesidad de ejercer un control excesivo sobre las situaciones. Esto se interpreta como un mecanismo de protección emocional, derivado del entorno familiar en el que se criaron. Aunque este hábito puede brindar una sensación de estabilidad, también se convierte en una barrera para desarrollar relaciones y experiencias emocionalmente plenas.

Esther Wojcicki subraya la importancia de encontrar un balance al involucrar a los niños en las tareas del hogar, evitando que esto derive en una carga emocional que no les corresponde. Promover la autonomía debe ir acompañado de límites claros y de un entorno que respete su desarrollo emocional. De lo contrario, la parentificación puede dejar una marca duradera en la vida adulta, condicionando la manera en que estas personas se relacionan consigo mismas y con los demás.

© SomosTV LLC-NC / Photo: © Bing IG

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